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Ancla 1

Capítulo 22
El primer ay... langostas


EL QUINTO ángel se prepara para tocar la trompeta. Ya han sonado cuatro trompetas celestiales, y se han dirigido cuatro plagas a la tercera parte de la tierra considerada por Jehová más reprensible... la cristiandad. Se ha manifestado que está enferma de muerte. Mientras los ángeles tocan las trompetas, proclamadores humanos responden con una labor correspondiente en la Tierra. Ahora la quinta trompeta angelical está para anunciar el primer ay, que es más temible aún que lo que ha sucedido antes. Tiene que ver con una aterradora plaga de langostas. Sin embargo, primero examinemos otros textos bíblicos que nos darán mejor entendimiento de esta plaga.


2 El libro bíblico de Joel, escrito durante el siglo IX a.E.C., describe una plaga de insectos —entre ellos langostas— que es semejante a la que Juan ve. (Joel 2:1-11, 25.) Esta plaga causaría mucha molestia al Israel apóstata, pero también tendría como consecuencia que individuos de entre la nación judía se arrepentirían y volverían al favor de Jehová. (Joel 2:6, 12-14.) Cuando llegara aquel tiempo, Jehová derramaría su espíritu sobre “toda clase de carne”, mientras que señales atemorizantes y portentos presagiosos alarmantes precederían “la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor”. (Joel 2:11, 28-32.)


Una plaga del primer siglo


3 En el primer siglo hubo un cumplimiento del capítulo 2 de Joel. Fue entonces, en el Pentecostés de 33 E.C., cuando se derramó espíritu santo para ungir a los primeros cristianos y darles poder para hablar “las cosas magníficas de Dios” en muchos idiomas. El resultado de esto fue que una gran muchedumbre se congregó. El apóstol Pedro habló a estos observadores atónitos, citó Joel 2:28, 29 y explicó que ellos eran testigos de su cumplimiento. (Hechos 2:1-21.) Pero no hay ningún registro de que en aquel tiempo hubiera una plaga literal de insectos que irritara a algunos e hiciera que otros se arrepintieran.


4 ¿Hubo una plaga figurativa en aquellos días? ¡No hay duda de ello! Vino como resultado de la incansable predicación de los cristianos recién ungidos. Mediante ellos Jehová invitó a arrepentirse y disfrutar de bendiciones procedentes de él a los judíos que quisieran escuchar. (Hechos 2:38-40; 3:19.) Los que respondieron recibieron su favor hasta un grado notable. Pero para los que rehusaron la invitación los cristianos del primer siglo fueron como un devastador enjambre de langostas. Empezando en Jerusalén, se esparcieron por toda Judea y Samaria. Pronto estaban por todas partes, atormentando a los judíos incrédulos al proclamar públicamente la resurrección de Jesús, con todo lo que aquello implicaba. (Hechos 1:8; 4:18-20; 5:17-21, 28, 29, 40-42; 17:5, 6; 21:27-30.) Este plagar continuó hasta el “día [...] inspirador de temor” de 70 E.C., cuando Jehová hizo que los ejércitos romanos atacaran a Jerusalén para destruirla. Solo se salvaron los cristianos que con fe invocaron el nombre de Jehová. (Joel 2:32; Hechos 2:20, 21; Proverbios 18:10.)


La plaga de langostas en la actualidad


5 Sería razonable que esperáramos un cumplimiento final de la profecía de Joel en el tiempo del fin. ¡Así ha sucedido! En la asamblea de los Estudiantes de la Biblia en Cedar Point, Ohio, E.U.A., del 1 al 8 de septiembre de 1919, un notable derramamiento del espíritu de Jehová activó a su pueblo, y este organizó una campaña de predicación que se extendería por todo el mundo. De todos los que afirmaban ser cristianos, solamente ellos, que reconocieron la entronización de Jesús como Rey celestial en 1914, se dieron de lleno a publicar por todas partes aquellas buenas nuevas. Su incesante testificación se convirtió en una plaga atormentadora para la cristiandad apóstata. (Mateo 24:3-8, 14; Hechos 1:8.)


6 El libro de Apocalipsis (o Revelación), escrito unos 26 años después que Jerusalén fue destruida, también describe esa plaga. ¿Qué añade a la descripción de Joel? Leamos lo que dice allí, como lo informa Juan: “Y el quinto ángel tocó su trompeta. Y vi una estrella que había caído del cielo a la tierra, y a él le fue dada la llave del hoyo del abismo”. (Revelación 9:1.) Esta “estrella” difiere de la de Revelación 8:10 que Juan vio caer. Él ve “una estrella que había caído del cielo” y que ahora tiene una asignación respecto a esta Tierra. ¿Se trata de un espíritu, o es una persona de carne? Más tarde se dice que el que tiene esta “llave del hoyo del abismo” arroja a Satanás “al abismo”. (Revelación 20:1-3.) Por eso, tiene que ser una poderosa persona celestial. En Revelación 9:11 Juan nos dice que las langostas tienen “un rey, el ángel del abismo”. Ambos versículos tienen que referirse a la misma persona, pues el ángel que tiene la llave del abismo sería lógicamente el ángel del abismo. Y la estrella tiene que simbolizar al Rey nombrado por Jehová, pues los cristianos ungidos reconocen a un solo Rey angelical, a Jesucristo. (Colosenses 1:13; 1 Corintios 15:25.)


7 El relato continúa así: “Y él abrió el hoyo del abismo, y del hoyo ascendió humo como el humo de un gran horno, y el sol fue oscurecido, también el aire, por el humo del hoyo. Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio autoridad, la misma autoridad que tienen los escorpiones de la tierra”. (Revelación 9:2, 3.) Bíblicamente, el “abismo” es un lugar de inactividad, hasta de muerte. (Compárese con Romanos 10:7; Revelación 17:8; 20:1, 3.) El grupito de los hermanos de Jesús estuvo por poco tiempo en un “abismo” de relativa inactividad al fin de la I Guerra Mundial (1918-1919). Pero cuando Jehová derramó su espíritu sobre sus siervos arrepentidos en 1919, salieron como un enjambre a responder al desafío de la obra que tenían que hacer.


8 Mientras Juan observa, ve que cuando se suelta a las langostas sube mucho humo, como “el humo de un gran horno”. Así sucedió en 1919. La situación se oscureció para la cristiandad y para el mundo en general. (Compárese con Joel 2:30, 31.) El que se soltara a estas langostas, la clase Juan, fue en realidad una derrota para el clero de la cristiandad, que había tramado acabar para siempre con la obra del Reino y que ahora rechazó el Reino de Dios. Sobre la cristiandad apóstata empezó a extenderse la evidencia de un velo como de humo cuando aquel grupo de langostas recibió autoridad divina y empezó a ejercerla proclamando vigorosos mensajes de juicio. El “sol” de la cristiandad —la apariencia de iluminación que presentaba— se eclipsó, y “el aire” se hizo denso con declaraciones de juicio divino cuando se mostró que el dios de la cristiandad es el “gobernante de la autoridad del aire”. (Efesios 2:2; Juan 12:31; 1 Juan 5:19.)


Las langostas y su tormento


9 ¿Qué instrucciones de combate recibieron aquellas langostas? Juan informa: “Y se les dijo que no dañaran la vegetación de la tierra ni ninguna cosa verde ni ningún árbol, sino solo a los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente. Y a las langostas les fue concedido, no que los mataran, sino que estos fueran atormentados cinco meses, y el tormento sobre ellos era como el tormento de un escorpión cuando hiere al hombre. Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán de ninguna manera; y desearán morir, pero la muerte sigue huyendo de ellos”. (Revelación 9:4-6.)


10 Note que esta plaga no se dirige primero contra la gente ni contra los que son prominentes entre la gente... la ‘vegetación y los árboles de la tierra’. (Compárese con Revelación 8:7.) Las langostas han de causar daño solo a los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente, los de la cristiandad que afirman que están sellados, pero cuya historia niega lo que afirman. (Efesios 1:13, 14.) Como se ve, las expresiones atormentadoras de estas langostas de nuestro tiempo fueron dirigidas primero contra los líderes religiosos de la cristiandad. ¡Cómo tiene que haber atormentado a estos hombres altaneros oír el anuncio público de que ellos no solo no estaban dirigiendo a sus rebaños al cielo, sino que ellos mismos no llegarían allá! ¡Ciertamente ha sido un caso del ‘ciego que guía al ciego’! (Mateo 15:14.)


11 El tormento dura cinco meses. ¿Es eso relativamente poco tiempo? No como lo vería una langosta literal. Cinco meses dura, normalmente, la vida de uno de esos insectos. Por lo tanto, es durante toda su vida que las langostas de nuestro tiempo siguen picando a los enemigos de Dios. Además, el tormento es tan severo que los hombres buscan la muerte. Es verdad que no tenemos ningún registro de que ninguno de los que fueron picados por las langostas realmente trataran de matarse. Pero esa expresión nos da una idea de la intensidad del tormento... como por el ataque incesante de escorpiones. Es como el sufrimiento que previó Jeremías para los israelitas infieles, a quienes esparcirían los conquistadores babilonios y para los cuales la muerte sería preferible a la vida. (Jeremías 8:3; véase también Eclesiastés 4:2, 3.)


12 ¿Por qué se concede atormentar a estos, en sentido espiritual, y no matarlos? Este es un ay inicial como parte de la denuncia de las mentiras de la cristiandad y sus fracasos, pero solo después, a medida que adelanta el día del Señor, se proclama de lleno su condición espiritual como de muerte. Será durante un segundo ay cuando se matará a la tercera parte de los hombres. (Revelación 1:10; 9:12, 18; 11:14.)


Langostas equipadas para el combate


13 ¡Qué extraordinaria apariencia presentan estas langostas! Juan la describe: “Y las semejanzas de las langostas se parecían a caballos preparados para combate; y sobre sus cabezas tenían lo que parecía ser coronas semejantes a oro, y sus rostros eran como rostros de hombres, pero tenían cabellos como cabellos de mujeres. Y sus dientes eran como los de leones; y tenían corazas como corazas de hierro. Y el sonido de sus alas era como el sonido de carros de muchos caballos que corren al combate”. (Revelación 9:7-9.)


14 Esta es una buena ilustración del grupo leal de cristianos revivificados en 1919. Como lo estarían caballos, ellos estaban listos para el combate, deseosos de pelear por la verdad como lo describe el apóstol Pablo. (Efesios 6:11-13; 2 Corintios 10:4.) En la cabeza de las langostas Juan ve lo que parece ser coronas como de oro. No sería propio que ellos tuvieran verdaderas coronas, pues no empiezan a regir mientras todavía están en la Tierra. (1 Corintios 4:8; Revelación 20:4.) Pero en 1919 ya tenían apariencia de realeza. Eran hermanos del Rey, y sus coronas celestiales les estaban reservadas mientras continuaran fieles hasta el fin. (2 Timoteo 4:8; 1 Pedro 5:4.)


15 En la visión las langostas tienen corazas de hierro, lo que simboliza justicia inquebrantable. (Efesios 6:14-18.) También tienen rostros de hombres, lo que señala a la cualidad del amor, pues el hombre fue hecho a la imagen de Dios, quien es amor. (Génesis 1:26; 1 Juan 4:16.) Tienen cabello largo como el de una mujer, lo que bien representa sujeción a su Rey, el ángel del abismo. Y sus dientes son como dientes de león. El león usa sus dientes para desgarrar la carne. Desde 1919 en adelante la clase Juan ha podido consumir de nuevo alimento espiritual sólido, particularmente las verdades sobre el Reino de Dios gobernado por “el León que es de la tribu de Judá”, Jesucristo. Tal como el león simboliza valor, así se ha necesitado mucho valor para digerir este mensaje contundente, sacarlo a la luz mediante publicaciones y distribuirlo por todo el mundo. Esas langostas figurativas han hecho mucho ruido, como “el sonido de carros de muchos caballos que corren al combate”. En imitación de los cristianos del primer siglo, no tienen intenciones de mantenerse callados. (1 Corintios 11:7-15; Revelación 5:5.)


16 ¡Esta predicación implica más que la palabra hablada! “También, tienen colas y aguijones semejantes a escorpiones; y en sus colas está su autoridad para lastimar a los hombres cinco meses.” (Revelación 9:10.) ¿Qué pudiera significar esto? Al efectuar su obra del Reino, los testigos de Jehová, mediante la palabra hablada y la página impresa, hacen declaraciones autoritativas basadas en la Palabra de Dios. Su mensaje es como el aguijón del escorpión porque advierten acerca del cercano día de la venganza de Jehová. (Isaías 61:2.) Antes de que pase la vida de la presente generación de langostas espirituales, la obra que Dios les ha dado de declarar los juicios de Jehová quedará completa... lo que lastimará a todos los tercos blasfemadores.


17 Ese grupo de langostas se regocijó muchísimo cuando, en su asamblea de 1919, se anunció una nueva revista, The Golden Age. Era una publicación quincenal que intensificaría la picadura de su testimonio. El número 27 de esta revista, con fecha de 29 de septiembre de 1920, denunció la duplicidad del clero al perseguir a los Estudiantes de la Biblia en los Estados Unidos durante el período de 1918-1919. Durante los años veinte y treinta The Golden Age atormentó al clero con otros artículos y caricaturas que los picaban al denunciar su astuto mezclarse en la política, y especialmente los acuerdos que la jerarquía católica había hecho con dictadores de tipo fascista y nazi. En respuesta, el clero ‘hizo agravio bajo forma de ley’ y organizó chusmas violentas contra el pueblo de Dios. (Salmo 94:20, Versión Moderna.)


Notificación a los gobernantes del mundo


18 Las langostas de tiempos modernos tenían un trabajo que hacer. Se tendrían que predicar las buenas nuevas del Reino. Habría que denunciar errores. Se tendría que hallar a las ovejas perdidas. Cuando las langostas se ocuparon en esto, el mundo tuvo que notar lo que acontecía. En obediencia al trompeteo de los ángeles, la clase Juan ha seguido desenmascarando a la cristiandad, mostrando que merece los juicios adversos de Jehová. En respuesta a la quinta trompeta, se hizo hincapié en un aspecto particular de estos juicios en una asamblea de los Estudiantes de la Biblia en Londres, Inglaterra, del 25 al 31 de mayo de 1926. En esa asamblea se presentó una resolución, “Un testimonio a los gobernantes del mundo”, y en el auditorio Royal Albert Hall se pronunció un discurso público sobre “Por qué tambalean las potencias mundiales... el remedio”; el texto completo de la resolución y el discurso se imprimieron en un periódico de Londres el día siguiente. Después, el enjambre de langostas distribuyó por todo el mundo 50.000.000 de ejemplares de aquella resolución en forma de tratado... ¡ciertamente un tormento para el clero! En Inglaterra, años después, la gente todavía hablaba de esta denuncia irritante.


19 En esta asamblea las langostas simbólicas recibieron equipo adicional de combate, especialmente un nuevo libro titulado Liberación. Este contenía una consideración bíblica de la señal que probaba que el gobierno representado por el ‘hijo varón’, el Reino celestial de Cristo, había nacido en 1914. (Mateo 24:3-14; Revelación 12:1-10.) Después, citaba el manifiesto publicado en Londres en 1917 y firmado por ocho clérigos, de quienes se decía que estaban “entre los mejores predicadores del mundo”. Estos representaban a las más importantes confesiones protestantes: la bautista, la congregacional, la presbiteriana, la episcopal y la metodista. Este manifiesto proclamaba que “la crisis actual señala la terminación de los tiempos de los gentiles” y que “la revelación del Señor puede esperarse en cualquier momento”. Sí, ¡aquellos clérigos habían reconocido la señal de la presencia de Jesús! Pero ¿querían hacer algo en cuanto a ello? El libro Liberación nos informa: “Lo más señalado en este asunto es que los mismos que lo firmaron, posteriormente lo repudiaron, y rechazaron las evidentes pruebas de que estamos en el fin del mundo, y en el día de la segunda presencia del Señor”.


20 En vez de anunciar el Reino entrante de Dios, el clero de la cristiandad ha optado por permanecer con el mundo de Satanás. No desea tener nada que ver con el enjambre de las langostas y su Rey, acerca del cual Juan dice ahora: “Tienen sobre ellas un rey, el ángel del abismo. En hebreo su nombre es Abadón [que significa “Destrucción”], pero en griego tiene el nombre Apolión [que significa “Destructor”]”. (Revelación 9:11.) Como “ángel del abismo” y “Destructor”, Jesús ciertamente ha hecho que a la cristiandad le venga un ay doloroso como una plaga. Pero ¡viene más!
 

*** re cap. 22 págs. 142-148 El primer ay... langostas ***

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